Macana y macanudo. ¿Qué
significan?
Alguna vez Scalabrini Ortiz – el gran
filósofo, periodista y escritor correntino, buen amigo de don Arturo Jauretche y
Homero Manzi, con quienes formó parte de FORJA-Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina-, escribió: “Las
palabras son juguetes peligrosos. El porteño las manipula, las baraja, se
divierte con ellas, le gusta oirlas tejidas en frases”.
Se refería al lunfardo, un lenguaje rico y persiste en el tiempo, justamente y
como dijo Scalabrini Ortiz, porque es el producto vivo de esos fanfarrones del vocabulario
que son el porteño y el rioplatense en general, hijos dilectos del andaluz
hablador y del italiano vivaz.
Y la palabra “macana” es uno de
los muchos productos lingüísticos de ese genio inventivo rioplatense, el lunfardo, nacido entre Buenos Aires y
Montevideo en la segunda mitad del siglo XIX, que toma palabras del portugués y
de las distintas inmigraciones, sobre todo la italiana – napolitana, siciliana
y calabresa, en particular, y las mezcla con otras de origen indígena, africano, y
gauchesco, que ya se hablaban en la vieja Argentina.
Fue en los conventillos, donde
los inmigrantes, se mezclaron con los criollos, y allí mismo se bailaron también
los primeros pasos de las músicas y los géneros que van a marcar la personalidad del porteño y el montevideano: la milonga y el tango, hijos del candombe africano.
“Macana”, la palabra de la que voy
a hablar, pinta en parte aquello que decía Scalabrini Ortiz, pues significa un “verso”,
tal vez una mentira de patas cortas; pero además y también, define una “broma o un
disparate”. O incluso cualquier hecho equivocado, como por ejemplo, un error que
perjudique, aunque sea sin proponérselo; algo como cuando en portugués se dice “o
fulano deu mancada”.
Pero ocurre que también la “macana”
era un arma, un garrote de madera dura que utilizaban los indios en sus ataques.
Incluso pasó al lunfardo y a la jerga policial para designar al antiguo machete
de los policías con los que dan planazos a los revoltosos y “mal entretenidos”.
Un “macanazo” puede ser una gran
mentira, pero en los años de los malones de
los nativos Pampas, era el golpe que se daba con la macana.
Macanear, entonces, es mentir,
engrupir, engatusar, un “macaneo”.
Pero, entonces, ¿por qué décimos “macanudo”, que significa lo contrario, algo que es muy bueno, o que está muy
bien, que es “bárbaro”? Misterios de la lengua y sus usos múltiples.
Cuenta la leyenda que Domingo F. Sarmiento
popularizó el término “macana”, como mentira de político, con una frase que pronunció
en el congreso. Un diputado hacía un largo discurso en la cámara y repetía la
palabra “macana”, con el sentido de “garrote”, cuando Sarmiento lo interrumpió
diciéndole "¿Quiere dejarse de tanta macana, señor Diputado?".
Y poco tempo después, en 1902, el
escritor Miguel Cané, político, periodista y uno de los más importantes autores
de la "generación de los 80", decía “El odioso macana, que no se acierta a comprender cómo ha venido a significar
disparate, de propósito, de su acepción primitiva y aceptada, aun en España, de
arma contundente usada por los índios”.
Pero, como la lengua es viva aunque
algunas quieran “pulirla, fijarla, limpiarla y darle esplendor”, los diversos
diccionarios recogen “macana” con las más diversas acepciones. Vean:
Macana 1. Especie de chal o manteleta, de algodón fino,
propio del vestido de la chola.
Macana 2.
1.
Artículo de comercio que por su deterioro o falta de novedad queda sin fácil
salida.
2. Arma ofensiva, a manera de machete
o de porra, hecha con madera dura y a veces con filo de pedernal, que usaban
los indios americanos.
3. Garrote grueso de madera dura y
pesada.
4. Hecho o situación que produce
incomodidad o disgusto.
5. Mentira, desatino.
6. Instrumento de labranza consistente
en un palo largo con punta o un hierro en uno de los extremos, que sirve para
ahoyar.
7. Chanza, broma.
8. Pala de paleta plana y mango largo.
9. Dientes de una persona.
Macana — sustantivo femenino 1. Uso/registro: restringido.
Mercancía estropeada o pasada de moda, difícil de vender: No sé cómo resisten
en ese comercio, sólo tienen cuatro macanas. 2. Origen: Colombia. Palmera alta
de madera dura y fina. 3. (Diccionario
Salamanca de la Lengua Española)
Macana — (Del náhuatl macuahuitl, madera de mano.) ► sustantivo femenino 1 HISTORIA Arma
que usaban los indios americanos, parecida a un hacha de madera dura con el
filo de pedernal. 2 América Meridional
Especie de chal, casi siempre de fibra de algodón. (Enciclopedia Universal)
Macana 1: voz de origen americano empleada en Bolivia,
Colombia y Ecuador para referirse a una prenda propia del vestido de la chola
(mestiza de sangre europea e indígena), que consiste en un paño de algodón, más
largo que ancho, y sirve a las mujeres como abrigo o adorno.
Macana 2: voz caribe muy usada en América con una inmensa
pluralidad de significados que van desde un artículo de comercio de poco valor
hasta un garrote o arma ofensiva aborigen.
Macana 3: en Argentina, Perú y Uruguay se emplea para
referirse a un hecho o situación que produce incomodidad y disgusto, y en Bolivia es sinónimo de mentira y
desatino.
Y así lo encontramos también en algunos diccionarios de portugués:
macaná — s. m. 1.
[Brasil] Espécie de clava usada pelos indígenas na guerra. 2. Pau para
fazer recuar os bois, batendo lhes nas pontas.
(Dicionário da Língua Portuguesa)
Macanudo, adjetivo
1. que tem prestígio e/ou poder; de
notável inteligência, beleza, força etc. (diz-se de pessoa); admirável.
2. muito bom (diz-se de animal ou de
coisa).
Javier Villanueva, São Paulo, 2 de febrero de 2018.
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