Portuñol Sin Fronteras, Futurista y Salvaje.
1ª parte.
Dividido entre dos amores,
multiplicado por dos pasiones, sumando las ventajas y placeres, restando los
perjuicios y las pérdidas de uno y otro, así voy por la vida: Eu em
espanhol, tropical, colorido e falante, otimista e positivo. Yo
en portugués, reflexivo y parco, cartesiano y pesimista.
Gris y colorinche, sueño
de noche en portugués, delirio de día en español, me reecuentro, aplomado
y sensato a las tardecitas, en portuñol. Soy lo que nunca fui, más de treinta
años en portugués, menos de três décadas em castelhano.
Esposo fidelísimo de dos
amantes-idiomas, amante infiel de dos patrias-amores: una morena y la otra
rubia. Cachos dourados, luxurias tropicais e rimas da última flor do
Lácio à noite, no barulho paulistano. Ondas morenas y ojos
rioplatenses en la mañanita porteña. Esposo fiel de dos culturas-beldades
durante el día em bom português, amante ecléctico e indeciso a la
luz de la luna, en español. Sensato equilibrista, em portunhol.
Alma guarani, espíritu quéchua,
castellano, brasileño y judeo-portugués, pensamientos tehuelches y diaguitas,
sueños comechingones. E então, o que é ser um cidadão do mercosul? O
que é falar num fluente portunhol?
Pues entonces, qué es
el portuñol?
Es lo mismo que, en la grafía
portuguesa se denomina portunhol: un pidgin mixto,
que se fue formando a lo largo de los últimos dos o tres siglos con un léxico
proveniente del castellano fronterizo y del portugués brasileño. En los
días de hoy, y desde finales del siglo XX, el portuñol ocurre en dos ambientes
diferentes:
a) entre
los empleados y ejecutivos de empresas multinacionales con negocios en los países
de América Latina y España, o de las binacionales en que una de las partes es
brasileña y la otra habla español. En este ambiente urbano y cerrado,
circulan pequeñas poblaciones de trabajadores que a veces viajan
constantemente entre países de habla portuguesa y castellana, o simplemente
sirven en sus oficinas de trabajo a jefes de una u otra habla. Muchos
empleados, ejecutivos y técnicos brasileños, expatriados o no, estudian el
español como lengua extranjera. Y otras veces, menos en volumen con seguridad,
son los trabajadores de lengua española los que estudian y practican el
portugués como segunda lengua.
En un grupo aparte, pero produciendo
resultados parecidos, están los estudiantes de intercambio, cada vez más
numerosos, y los turistas de uno y del otro lado de las largas fronteras
brasileño-hispanoamericanas.
b) entre los hablantes de las
regiones lingüísticas limítrofes entre el español hispanoamericano y el
portugués de Brasil. En varias regiones de América del Sur, en las fronteras
de Brasil con aquellos estados que fueron colonias españolas hasta los inicios
del siglo XIX.
También en la Península
Ibérica existe un tipo diferente de portuñol, que se puede encontrar aún
hoy en las zonas fronterizas de España con Portugal.
El portuñol sudamericano
Donde Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay
se encuentran y forman sus fronteras con Brasil, ocurre el portuñol más
conocido y estudiado por los académicos.
Pero esto también se da en los
límites extremos de Brasil con Perú, Venezuela y Colombia.
En el caso del Uruguay, en donde
el portuñol tiene ya casi sus 300 años de antigüedad, la franja de hablantes
tiene un amplio alcance y es practicado cotidianamente por la mayoría de los
habitantes de las ciudades y de la campaña, en los pueblos limítrofes del
norte, debido a la enorme integración entre los dos pueblos, el brasileño y el
uruguayo, en regiones como la Frontera de la Paz.
También se lo conoce al portuñol
en esta frontera como el Bayano, o el Portuñol riverense o fronterizo,
y en los medios académicos como los Dialectos Portugueses del
Uruguay.
Hay que recordar que el Uruguay se
independizó de las Provincias Unidas del Río de la Plata y antes de
separarse del antiguo Virreinato español del Río de la Plata , fue dos veces
invadido por el Imperio de Brasil; en la primera ocasión, La invasión duró toda
una década. Los habitantes de la frontera uruguaya llaman al dialecto que
hablan portuñol –así, a secas- y
su dominio territorial está ubicado geográficamente en la zona que
tiene como centro las ciudades de Rivera y Santana do Livramento, y se extiende
por una franja de muchos kilómetros a lo largo de toda la frontera.
Históricamente, los orígenes de
este portuñol se remontan hasta los
años de la colonización portuguesa en el norte de Uruguay, cuando no estaba
bien definido a quién pertenecían estos territórios; los terratenientes y
ganaderos de Rio Grande do Sul, necesitaban extender sus tierras para pastos, y
la frontera terminaba pasando de la corona lusitana a la española de manera
sucesiva.
Los habitantes de la región, tanto
los hacendados de la provincia gaúcha del Brasil, Rio grande
do Sul, como los funcionarios y gendarmes del gobierno Oriental usaron y
abusaron siempre Del portuñol. Y no
solamente el portugués y el castellano influyeron a este portuñol de frontera, como también las
lenguas indígenas, charrúa y guaraní, en muchos casos; podemos ver algunos
ejemplos cotidianos en muchas de las palabras típicas, como mataco (originariamente indio, también
muñeco), gurí (niño), gurisa (niña), mamboretá (el insecto "tatadiós"), caracú (el
tuétano del hueso de la vaca), macana (originariamente
garrote, luego tontería o error), maloca (choza),
etc.
¿Cuáles son las localizaciones fronterizas del portuñol en América?
En la Frontera de Venezuela con
Brasil, La Línea :
en las localidades de Santa Elena de Uairén – Pacaraima.
en las localidades de Santa Elena de Uairén – Pacaraima.
En la triple Frontera
Colombia-Brasil-Perú:
en las Tres Fronteras de Leticia-Tabatinga, se habla el llamado Portuñol leticiano.
en las Tres Fronteras de Leticia-Tabatinga, se habla el llamado Portuñol leticiano.
En la Frontera de Peru con Brasil:
en Iñapari–Assis, Brasil; Pucallpa Boqueirāo; Islandia– Benjamin Constant; Puerto Esperanza–Santa Rosa do Purus.
en Iñapari–Assis, Brasil; Pucallpa Boqueirāo; Islandia– Benjamin Constant; Puerto Esperanza–Santa Rosa do Purus.
En
en Cobija-Brasiléia. El portuñol cobijeño, que es hablado por casi todos los habitantes de Cobija, es un portugués que se habla con la gramática y la fonética del español de Pando. Son sus características más importantes el uso de sólo cinco vocales, como ocurre en el castellano; la aspiración de toda s final; no hay diferencia entre la s y la z; ni entre la b y la v, tal como ocurre en el español americano; tampoco hay diptongos nasales, como los hay en portugués.
También se habla portuñol en la frontera
de Guayaramerín-Guajará-Mirim, y de Villa Bella-Vila
Murtinho. En Villa Bella hubo fuerte presencia de portuñol en el siglo XIX
entre los colonos que habían inmigrado por causa de la floreciente explotación
del caucho. En los días de hoy la decadencia de la población ha extinguido este
portuñol fronterizo boliviano.
En la Frontera Paraguay-Brasil -Argentina.
Llamada la Triple Frontera:
en Bella Vista Norte-Bela Vista; Pedro Juan Caballero-Ponta Porã; Capitán Bado-Coronel Sapucaia: Salto del Guairá- Mundo Novo y Guairá.
en Bella Vista Norte-Bela Vista; Pedro Juan Caballero-Ponta Porã; Capitán Bado-Coronel Sapucaia: Salto del Guairá- Mundo Novo y Guairá.
En la Frontera Uruguay-Brasil :
en esta frontera se habla el portuñol más antiguo de América y también el que ha sido más estudiado por las academias y posiblemente uno de los más conocidos del continente, el llamado portuñol riverense. Ocupa Artigas-Quarai; Chuy- Chuí; Rio Branco-Yaguarón; Frontera dela Paz , Rivera-Santana do Livramento.
en esta frontera se habla el portuñol más antiguo de América y también el que ha sido más estudiado por las academias y posiblemente uno de los más conocidos del continente, el llamado portuñol riverense. Ocupa Artigas-Quarai; Chuy- Chuí; Rio Branco-Yaguarón; Frontera de
Y, qué podemos hacer ahora con
todos estos datos lingüísticos, si no es interesarnos por la historia y el
devenir de los pueblos que hablan español o castellano, portugués, guaraní o
portuñol?. No podrá ser que ese mestizaje salvaje ya nos esté dando una dica de
cómo va a ser la integración política y cultural de estos vastos territorios y
sus pueblos?
Veamos. Ou, melhor dizendo
agora, vejamos:
Os portugueses do século XVI até o
XIX -e em menor medida também os espanhóis- tinham uma ideia fixa que fazia a
base de toda a geopolítica dos ibéricos, pelo menos enquanto foram ou sonharam
com ser grandes impérios: o ouro, as pedras preciosas, e tudo o que pudesse
virar moeda, barra ou jóia e servisse para pagar as vultuosas somas que, na
contabilidade dos débeis (em ambos os sentidos) monarcas sempre equivalia a
quantiosas dívidas.
Foi o ouro -ou, melhor dizendo, a
falta dele- que deu impulso às grandes navegações espanholas e lusitanas. A
ambição desmedida que, sobretudo no caso dos nobres e não tão nobres
portugueses, era simétrica ao desgosto pelo trabalho manual, pela labuta na
roça ou na fazenda; foi a mola que impulsionou as aventuras fantásticas que
ampliaram o mundo até então conhecido como "ocidente" e
"oriente".
Mais que o petróleo nos séculos XX
e XXI, as especiarias trazidas do oriente, o ouro da África primeiro e do Novo
Mundo depois, e ainda por cima os lucros gerados pelo tráfico de escravos.
Compra e venda de seres humanos,
homens, mulheres e até crianças, vendidos em leilões e mercados, feito
produtos. Essa foi, do século XVI ao XIX, a última flor do Lácio virando ouro,
pagando dívidas antigas de outras dinastias e, sobretudo, gerando novos gastos,
sempre desproporcionais ao tamanho dos territórios onde ficavam as metrópoles
de cada império.
Hoje –en
2043- e já na segunda metade do século XXI, as crises mundiais se espalham pelo
globo terrestre, refletindo em grande parte os erros mil vezes repetidos pelas
classes dominantes em cada época; e ainda por cima, acrescentando novas falhas
de caráter, novos erros fatais ; piorando até os níveis mais críticos
tanto as contradições climáticas e ecológicas, como os conflitos de raizes
econômicas e demográficas, que vão se multiplicando e ficando a cada dia mais e
mais agudos.
A
America do Sul também é açoitada pelos mesmos dramas planetários. Porém, o continente
consegue se manter em paz e garantir a liberdade em seus vastos territórios,
num processo de integração cada vez mais organizada e pacífica.
Embora
descentralizada, foi sendo criada uma grande confederação com a liderança
natural do Brasil, e um segundo centro, ou polo paralelo, na Argentina; agora
esse amplíssimo território antes chamado Mercosul e mais tarde UniSul, foi
virando uma das três grandes potências mundiais.
Uma
grande rede continental de ferrocarris, hidrovias e de centrais hidroelétricas,
foi se estabelecendo nas beiradas das florestas amazônica e no Chaco Boreal;
algo que lembrava as empreitadas mais loucas da febre do ouro e da borracha, ao
estilo do Fitzcarraldo; e enormes construções eólicas e até
nucleares surgiram nos litorais brasileiro, uruguaio e argentino,
mesmo apesar da forte oposição dos movimentos ecologistas e dos povos
originários.
A floresta amazônica agoniza. O
aumento do nível oceânico ameaça as áreas costeiras. As geleiras dos Andes
desaparecem.
Durante os anos que foram de 2030
até 2040 foi retirado até o último átomo de lítio dos enormes salinas da
Bolívia para produzir pilhas e baterias, causando revolta e quase que a
desintegração parcial do país, que passou a ser administrado entre o Paraguai e
o Brasil. A Bolívia, que já havia perdido a Guerra do Salitre e a Guerra do
Guano contra o Chile, ficando até sem uma saída ao mar por causa dos conflitos,
agora perdera também a alma dos salitrais, que era o lítio.
Oficialmente o continente
americano é hoje o único no mundo sem armas nucleares, mas há fortes suspeitas
que a aliança Brasil-Argentina-Paraguai-Uruguai tenha umas quatro ou cinco usinas
disfarçadas no interior da Angola.
Os EUA já não mais existem, depois
de duas ou três grandes guerras civis durante as quais se criaram blocos
diferenciados que vivem hoje em sistemas políticos ultra-conservadores e
isolados, na mais absoluta miséria e desigualdade, disputando espaços vitais
com as mais variadas seitas religiosas.
O Canadá, uma potência pesqueira e
petroleira graças às jazidas exploradas do Ártico, anexou o Alasca, e criou uma
cortina de aço na fronteira sul para impedir a passagem do verdadeiro aluvião de
emigrantes dos antigos e falidos EUA.
A Europa, afundada numa crísis
econômica sem solução de continuidade, depois da desintegração da antiga moeda
única -o Euro- foi finalmente controlada de un modo pacifico por uma aliança que
teria sido insuspeita em outras épocas: Inglaterra-Alemanha, que submeteram a
ferro e fogo os antigos egoismos nacionalistas. A Velha Europa, que durante
séculos fez tremer o mundo com seus ataques periódicos e sistemáticos de
loucura guerreira, foi se convertendo numa fortaleza gerontocrática e
paranoica, assustada com o crescimento veloz da América Hispânica, da África e
da Ásia.
A Ásia,
dominada pela guerra fria entre a China e a India, polariza um novo tipo de
capitalismo selvagem, atraindo investimentos vultuosos, e enormes colônias
culturais de jovens europeus que vão superando aos poucos seus velhos
preconceitos. É que, mesmo sem a bênção dos respectivos governos, a
miscigenação crescente entre novos casais mixtos anula, ou diminui bastante, ao
menos, os antigos ódios raciais.
Mesmo
assim, o que conta é que a China anexou grande parte da antiga Sibéria russa.
As duas superpotências asiáticas tem, desde sempre, sistemas autoritários e
ultra-nacionalistas, enfrentados indiretamente por meio dos seus países
satélites. Russia depende do capital e sobretudo da tecnologia chinesa, e o
antigo oriente Médio –tendo desaparecido já o conflicto israelense-palestino-
se subordina fielmente ao centro indiano, que é o dono e senhor de toda a vasta
região.
O conglomerado liderado pela
aliança Brasil-Argentina-Paraguai-Uruguai anexou depois de 2041 alguns antigos
territórios do domínio português na África, como Cabo Verde e Angola, que agora
apóiam e secundam à confederação latino-americana.
África é uma área de enfrentamento
pacífico entre o Brasil e a China. Mas não passa por agora de um enfrentamento
surdo, comercial e vez ou outra diplomático, sem riscos de guerras ou estouros
armados. É que o socialismo brasileiro-argentino, apoiado em figuras lendárias,
como os co-presidentes Lula e Cristina, que mesmo centenários continuam
liderando, é o oposto ao velho estalinismo chinês.
A longevidade, apoiada nos avances
da ciência, tem permitido que alguns líderes que mudaram a fase da história
latino-americana nos anos 70 e 80 do século XX sigam hoje -em pleno 2043-
fortes e ativos.
Foi neste contexto que os
escritores Antoine Barral e Sérgio Cambiado se encontraram, numa bela tarde de
outono, no Café La Paz , em
Buenos Aires, na esquina de Corrientes e Callao. Tinham sido convocados por um
misterioso telefonema de Santiago Castro, amigo de um velho escritor já
falecido, o Israel Vilhas, antigo companheiro de lidas de Javier.
O que Santiago veio lhes propor
esse dia não era nada simples: escrever uma história que relatasse passo a
passo os últimos cem anos de conquistas e fracassos da Confederação Brasil-Argentina-Paraguai-Uruguai.
Mas antes de nos embrenhar-mos na
história da Confederação, vejamos que aconteceu na história de vida dos dois
escritores em
questão. Por que eles - Antoine Bairral e Sérgio
Cambiado- e não outros?
Escreveu o governador Dom Afonso
Furtado de Castro do Rio de Mendonça, senhor e visconde de Barbacena, e
governador-geral desde 8 de maio de 1671, incentivando o aventureiro
bandeirante Fernão Dias a buscar nas regiões de São Paulo e a Bahia prata e
esmeraldas; na mensagem, dá-lhe carta patente de chefe da grande bandeira com o
título de "governador das esmeraldas e da conquista dos índios
Mapaxós."
Em julho de 1674 deixa São Paulo à
frente da bandeira das esmeraldas, da qual fazem parte o genro Manuel da Borba
Gato e os filhos Garcia Rodrigues Pais e José Dias Pais. Este último conspira contra
o pai, que manda enforcá-lo como um modo de dar exemplo de disciplina.
Mas nessa bandeira havia um quase
que desconhecido arquiteto -ou talvez engenheiro, o que nunca pode ser
estabelecido com certeza- o Sérgio Minelli Cambiado, especialista em
construções de pedra, algo pouco usado no São Paulo da antanho, mais inclinado
sempre ao abobe e o pau-a-pique. Minelli Cambiado, o tetra tataravô do nosso
famoso escritor mineiro de hoje, acompanhou em silencio e com grande desgosto a
sanguinária expedição que, por fim, alcança o norte de Minas Gerais, e durante
sete anos explora os vales dos rios das Mortes, Paraopeba, das Velhas, Aracuaí
e Jequitinhonha.
O bandeirante encontra turmalinas,
que pela cor verde ele confunde com esmeraldas. E por fim, o falso herói
paulistano morre de malária, já no caminho de retorno à vila de São Paulo.
Mas o nosso verdadeiro herói, o
Sérgio Minelli Cambiado, não. Ele decide ficar no sertão, dedicar-se à
agricultura, o que de fato foi a única descoberta da famigerada e malfadada
bandeira. Onde a lenda falava de uma Serra Dourada, ou Verde, segundo a ambição
lusitana e bandeirante enxergasse ouro ou esmeraldas, o nunca achado
Sabarabuçu, dom Cambiado encontrou a paz que não tinha achado na sua Ligúria
natal, e menos nas carnificinas das entradas e bandeiras.
–O
que poucos sabiam na época- conta o Sérgio Cambiado de
hoje, o mineiro- é que muito provavelmente um outro meu tataravô
chegasse à América junto com os imigrantes genoveses, com certeza os primeiros
italianos que aportaram em Buenos Aires– diz olhando para o Antoine
Bairral, e aparenta ficar cada vez mais interessado pelo assunto.
–É
verdade, nos anos da Revolução de 1810, havia tão somente 42 “tanos” em toda a
cidade de Buenos Aires; mas segundo parece, despois dos cruentos conflitos de
1820 e 1821 na Itáia, já com a Génova anexada à Cerdenha, muitos se expatriaram
no Rio da Prata, no Riachuelo, onde formaram a pitoresca “La Boca ”, um vilarejo de puros
ligures- conta Antoine. –Mas o meu antepassado não
parece ter vindo diretamente da Liguria, mas sim do Sabarabuçu, algo que
ainda não é bem conhecido.
Continuará.
Javier Villanueva, São
Paulo, dezembro de 2011.