sexta-feira, 30 de dezembro de 2011

Portuñol Sin Fronteras, Futurista y Salvaje. 1ª parte.




Portuñol Sin Fronteras, Futurista y Salvaje. 
1ª parte.

Dividido entre dos amores, multiplicado por dos pasiones, sumando las ventajas y placeres, restando los perjuicios y las pérdidas de uno y otro, así voy por la vida: Eu em espanhol, tropical, colorido e falante, otimista e positivo. Yo en portugués, reflexivo y parco, cartesiano y pesimista.

Gris y colorinche, sueño de noche en portugués, delirio de día en español, me reecuentro, aplomado y sensato a las tardecitas, en portuñol. Soy lo que nunca fui, más de treinta años en portugués, menos de três décadas em castelhano.

Esposo fidelísimo de dos amantes-idiomas, amante infiel de dos patrias-amores: una morena y la otra rubia. Cachos dourados, luxurias tropicais e rimas da última flor do Lácio à noite, no barulho paulistano. Ondas morenas y ojos rioplatenses en la mañanita porteña. Esposo fiel de dos culturas-beldades durante el día em bom português, amante ecléctico e indeciso a la luz de la luna, en español. Sensato equilibrista, em portunhol.

Alma guarani, espíritu quéchua, castellano, brasileño y judeo-portugués, pensamientos tehuelches y diaguitas, sueños comechingones. E então, o que é ser um cidadão do mercosul? O que é falar num fluente portunhol?

Pues entonces, qué es el portuñol? 

Es lo mismo que, en la grafía portuguesa se denomina portunhol: un pidgin mixto, que se fue formando a lo largo de los últimos dos o tres siglos con un léxico proveniente del castellano fronterizo y del portugués brasileño. En los días de hoy, y desde finales del siglo XX, el portuñol ocurre en dos ambientes diferentes:

a)    entre los empleados y ejecutivos de empresas multinacionales con negocios en los países de América Latina y España, o de las binacionales en que una de las partes es brasileña y la otra habla español. En este ambiente urbano y cerrado, circulan pequeñas poblaciones de trabajadores que a veces viajan constantemente entre países de habla portuguesa y castellana, o simplemente sirven en sus oficinas de trabajo a jefes de una u otra habla. Muchos empleados, ejecutivos y técnicos brasileños, expatriados o no, estudian el español como lengua extranjera. Y otras veces, menos en volumen con seguridad, son los trabajadores de lengua española los que estudian y practican el portugués como segunda lengua.

En un grupo aparte, pero produciendo resultados parecidos, están los estudiantes de intercambio, cada vez más numerosos, y los turistas de uno y del otro lado de las largas fronteras brasileño-hispanoamericanas.

b) entre los hablantes de las regiones lingüísticas limítrofes entre el español hispanoamericano y el portugués de Brasil. En varias regiones de América del Sur, en las  fronteras de Brasil con aquellos estados que fueron colonias españolas hasta los inicios del siglo XIX. 
También en la Península Ibérica existe un tipo diferente de portuñol, que se puede encontrar aún hoy en las zonas fronterizas de España con Portugal.

El portuñol sudamericano

Donde Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay se encuentran y forman sus fronteras con Brasil, ocurre el portuñol más conocido y estudiado por los académicos.
Pero esto también se da en los límites extremos de Brasil con Perú, Venezuela y Colombia. 
En el  caso del Uruguay, en donde el portuñol tiene ya casi sus 300 años de antigüedad, la franja de hablantes tiene un amplio alcance y es practicado cotidianamente por la mayoría de los habitantes de las ciudades y de la campaña, en los pueblos limítrofes del norte, debido a la enorme integración entre los dos pueblos, el brasileño y el uruguayo, en regiones como la Frontera de la Paz.

También se  lo conoce al portuñol en esta frontera como el Bayano, o el Portuñol riverense o fronterizo, y en los medios académicos como los  Dialectos Portugueses del Uruguay. 

Hay que recordar que el Uruguay se independizó de las Provincias Unidas del Río de la Plata y antes de separarse del antiguo Virreinato español del Río de la Plata, fue dos veces invadido por el Imperio de Brasil; en la primera ocasión, La invasión duró toda una década. Los habitantes de la frontera uruguaya llaman al dialecto que hablan portuñol –así, a secas- y su dominio territorial está  ubicado geográficamente en la zona que tiene como centro las ciudades de Rivera y Santana do Livramento, y se extiende por una franja de muchos kilómetros a lo largo de toda la frontera. 

Históricamente, los orígenes de este portuñol se remontan hasta los años de la colonización portuguesa en el norte de Uruguay, cuando no estaba bien definido a quién pertenecían estos territórios; los terratenientes y ganaderos de Rio Grande do Sul, necesitaban extender sus tierras para pastos, y la frontera terminaba pasando de la corona lusitana a la española de manera sucesiva.
Los habitantes de la región, tanto los hacendados de la provincia gaúcha del Brasil, Rio grande do Sul, como los funcionarios y gendarmes del gobierno Oriental usaron y abusaron siempre Del portuñol. Y no solamente el portugués y el castellano  influyeron a este portuñol de frontera, como también las lenguas indígenas, charrúa y guaraní, en muchos casos;  podemos ver algunos ejemplos cotidianos en muchas de las palabras típicas, como mataco (originariamente indio, también muñeco), gurí (niño), gurisa (niña), mamboretá (el insecto "tatadiós"), caracú (el tuétano del hueso de la vaca), macana (originariamente garrote, luego tontería o error), maloca (choza), etc.

¿Cuáles son las localizaciones fronterizas del portuñol en América?


En la Frontera de Venezuela con Brasil, La Línea
en las localidades de Santa Elena de Uairén – Pacaraima.

En la triple Frontera Colombia-Brasil-Perú: 
en las Tres Fronteras de Leticia-Tabatinga, se habla el llamado Portuñol leticiano.

En la Frontera de Peru con Brasil: 
en Iñapari–Assis, Brasil; Pucallpa Boqueirāo; Islandia– Benjamin Constant; Puerto Esperanza–Santa Rosa do Purus.

En la Frontera Bolivia-Brasil

en Cobija-Brasiléia. El portuñol cobijeño, que es hablado por casi todos los habitantes de Cobija, es un portugués que se habla con la gramática y la fonética del español de Pando. Son sus características más importantes el uso de sólo cinco vocales, como ocurre en el castellano; la aspiración de toda s final; no hay diferencia entre la s y la z; ni entre la y la v, tal como ocurre en el español americano; tampoco hay diptongos nasales, como los hay en portugués.
También se habla portuñol en la frontera de Guayaramerín-Guajará-Mirim, y de Villa Bella-Vila Murtinho. En Villa Bella hubo fuerte presencia de portuñol en el siglo XIX entre los colonos que habían inmigrado por causa de la floreciente explotación del caucho. En los días de hoy la decadencia de la población ha extinguido este portuñol fronterizo boliviano.

En la Frontera Paraguay-Brasil-Argentina. Llamada la Triple Frontera:  
en Bella Vista Norte-Bela Vista; Pedro Juan Caballero-Ponta Porã; Capitán Bado-Coronel Sapucaia: Salto del Guairá- Mundo Novo y Guairá.

En la Frontera Uruguay-Brasil
en esta frontera se habla el portuñol más antiguo de América y también el que ha sido más estudiado por las academias y posiblemente uno de los más conocidos del continente, el llamado portuñol riverense. Ocupa Artigas-Quarai; Chuy- Chuí; Rio Branco-Yaguarón; Frontera de la Paz, Rivera-Santana do Livramento. 

Y, qué podemos hacer ahora con todos estos datos lingüísticos, si no es interesarnos por la historia y el devenir de los pueblos que hablan español o castellano, portugués, guaraní o portuñol?. No podrá ser que ese mestizaje salvaje ya nos esté dando una dica de cómo va a ser la integración política y cultural de estos vastos territorios y sus pueblos?

Veamos. Ou, melhor dizendo agora, vejamos:

Os portugueses do século XVI até o XIX -e em menor medida também os espanhóis- tinham uma ideia fixa que fazia a base de toda a geopolítica dos ibéricos, pelo menos enquanto foram ou sonharam com ser grandes impérios: o ouro, as pedras preciosas, e tudo o que pudesse virar moeda, barra ou jóia e servisse para pagar as vultuosas somas que, na contabilidade dos débeis (em ambos os sentidos) monarcas sempre equivalia a quantiosas dívidas.

Foi o ouro -ou, melhor dizendo, a falta dele- que deu impulso às grandes navegações espanholas e lusitanas. A ambição desmedida que, sobretudo no caso dos nobres e não tão nobres portugueses, era simétrica ao desgosto pelo trabalho manual, pela labuta na roça ou na fazenda; foi a mola que impulsionou as aventuras fantásticas que ampliaram o mundo até então conhecido como "ocidente" e "oriente".
Mais que o petróleo nos séculos XX e XXI, as especiarias trazidas do oriente, o ouro da África primeiro e do Novo Mundo depois, e ainda por cima os lucros gerados pelo tráfico de escravos.

Compra e venda de seres humanos, homens, mulheres e até crianças, vendidos em leilões e mercados, feito produtos. Essa foi, do século XVI ao XIX, a última flor do Lácio virando ouro, pagando dívidas antigas de outras dinastias e, sobretudo, gerando novos gastos, sempre desproporcionais ao tamanho dos territórios onde ficavam as metrópoles de cada império.

Hoje –en 2043- e já na segunda metade do século XXI, as crises mundiais se espalham pelo globo terrestre, refletindo em grande parte os erros mil vezes repetidos pelas classes dominantes em cada época; e ainda por cima, acrescentando novas falhas de caráter, novos erros fatais ; piorando até os níveis mais críticos tanto as contradições climáticas e ecológicas, como os conflitos de raizes econômicas e demográficas, que vão se multiplicando e ficando a cada dia mais e mais agudos. 

A America do Sul também é açoitada pelos mesmos dramas planetários. Porém, o continente consegue se manter em paz e garantir a liberdade em seus vastos territórios, num processo de integração cada vez mais organizada e pacífica. 

Embora descentralizada, foi sendo criada uma grande confederação com a liderança natural do Brasil, e um segundo centro, ou polo paralelo, na Argentina; agora esse amplíssimo território antes chamado Mercosul e mais tarde UniSul, foi virando uma das três grandes potências mundiais. 

Uma grande rede continental de ferrocarris, hidrovias e de centrais hidroelétricas, foi se estabelecendo nas beiradas das florestas amazônica e no Chaco Boreal; algo que lembrava as empreitadas mais loucas da febre do ouro e da borracha, ao estilo do Fitzcarraldo; e enormes construções eólicas e até nucleares surgiram nos litorais  brasileiro, uruguaio e argentino, mesmo apesar da forte oposição dos movimentos ecologistas e dos povos originários. 
A floresta amazônica agoniza. O aumento do nível oceânico ameaça as áreas costeiras. As geleiras dos Andes desaparecem. 

Durante os anos que foram de 2030 até 2040 foi retirado até o último átomo de lítio dos enormes salinas da Bolívia para produzir pilhas e baterias, causando revolta e quase que a desintegração parcial do país, que passou a ser administrado entre o Paraguai e o Brasil. A Bolívia, que já havia perdido a Guerra do Salitre e a Guerra do Guano contra o Chile, ficando até sem uma saída ao mar por causa dos conflitos, agora perdera também a alma dos salitrais, que era o lítio.

Oficialmente o continente americano é hoje o único no mundo sem armas nucleares, mas há fortes suspeitas que a aliança Brasil-Argentina-Paraguai-Uruguai tenha umas quatro ou cinco usinas disfarçadas no interior da Angola.

Os EUA já não mais existem, depois de duas ou três grandes guerras civis durante as quais se criaram blocos diferenciados que vivem hoje em sistemas políticos ultra-conservadores e isolados, na mais absoluta miséria e desigualdade, disputando espaços vitais com as mais variadas seitas religiosas. 

O Canadá, uma potência pesqueira e petroleira graças às jazidas exploradas do Ártico, anexou o Alasca, e criou uma cortina de aço na fronteira sul para impedir a passagem do verdadeiro aluvião de emigrantes dos antigos e falidos EUA.

A Europaafundada numa  crísis econômica sem solução de continuidade, depois da desintegração da antiga moeda única -o Euro- foi finalmente controlada de un modo pacifico por uma aliança que teria sido insuspeita em outras épocas: Inglaterra-Alemanha, que submeteram a ferro e fogo os antigos egoismos nacionalistas. A Velha Europa, que durante séculos fez tremer o mundo com seus ataques periódicos e sistemáticos de loucura guerreira, foi se convertendo numa fortaleza gerontocrática e paranoica, assustada com o crescimento veloz da América Hispânica, da África e da Ásia.

A Ásia, dominada pela guerra fria entre a China e a India, polariza um novo tipo de capitalismo selvagem, atraindo investimentos vultuosos, e enormes colônias culturais de jovens europeus que vão superando aos poucos seus velhos preconceitos. É que, mesmo sem a bênção dos respectivos governos, a miscigenação crescente entre novos casais mixtos anula, ou diminui bastante, ao menos, os antigos ódios raciais. 

Mesmo assim, o que conta é que a China anexou grande parte da antiga Sibéria russa. As duas superpotências asiáticas tem, desde sempre, sistemas autoritários e ultra-nacionalistas, enfrentados indiretamente por meio dos seus países satélites. Russia depende do capital e sobretudo da tecnologia chinesa, e o antigo oriente Médio –tendo desaparecido já o conflicto israelense-palestino- se subordina fielmente ao centro indiano, que é o dono e senhor de toda a vasta região.

O conglomerado liderado pela aliança Brasil-Argentina-Paraguai-Uruguai anexou depois de 2041 alguns antigos territórios do domínio português na África, como Cabo Verde e Angola, que agora apóiam e secundam à confederação latino-americana.
África é uma área de enfrentamento pacífico entre o Brasil e a China. Mas não passa por agora de um enfrentamento surdo, comercial e vez ou outra diplomático, sem riscos de guerras ou estouros armados. É que o socialismo brasileiro-argentino, apoiado em figuras lendárias, como os co-presidentes Lula e Cristina, que mesmo centenários continuam liderando, é o oposto ao velho estalinismo chinês. 
A longevidade, apoiada nos avances da ciência, tem permitido que alguns líderes que mudaram a fase da história latino-americana nos anos 70 e 80 do século XX sigam hoje -em pleno 2043- fortes e ativos.

Foi neste contexto que os escritores Antoine Barral e Sérgio Cambiado se encontraram, numa bela tarde de outono, no Café La Paz, em Buenos Aires, na esquina de Corrientes e Callao. Tinham sido convocados por um misterioso telefonema de Santiago Castro, amigo de um velho escritor já falecido, o Israel Vilhas, antigo companheiro de lidas de Javier.

O que Santiago veio lhes propor esse dia não era nada simples: escrever uma história que relatasse passo a passo os últimos cem anos de conquistas e fracassos da Confederação Brasil-Argentina-Paraguai-Uruguai.

Mas antes de nos embrenhar-mos na história da Confederação, vejamos que aconteceu na história de vida dos dois escritores em questão. Por que eles - Antoine Bairral e Sérgio Cambiado- e não outros?

Escreveu o governador Dom Afonso Furtado de Castro do Rio de Mendonça, senhor e visconde de Barbacena, e governador-geral desde 8 de maio de 1671, incentivando o aventureiro bandeirante Fernão Dias a buscar nas regiões de São Paulo e a Bahia prata e esmeraldas; na mensagem, dá-lhe carta patente de chefe da grande bandeira com o título de "governador das esmeraldas e da conquista dos índios Mapaxós."

Em julho de 1674 deixa São Paulo à frente da bandeira das esmeraldas, da qual fazem parte o genro Manuel da Borba Gato e os filhos Garcia Rodrigues Pais e José Dias Pais. Este último conspira contra o pai, que manda enforcá-lo como um modo de dar exemplo de disciplina.

Mas nessa bandeira havia um quase que desconhecido arquiteto -ou talvez engenheiro, o que nunca pode ser estabelecido com certeza- o Sérgio Minelli Cambiado, especialista em construções de pedra, algo pouco usado no São Paulo da antanho, mais inclinado sempre ao abobe e o pau-a-pique. Minelli Cambiado, o tetra tataravô do nosso famoso escritor mineiro de hoje, acompanhou em silencio e com grande desgosto a sanguinária expedição que, por fim, alcança o norte de Minas Gerais, e durante sete anos explora os vales dos rios das Mortes, Paraopeba, das Velhas, Aracuaí e Jequitinhonha.
O bandeirante encontra turmalinas, que pela cor verde ele confunde com esmeraldas. E por fim, o falso herói paulistano morre de malária, já no caminho de retorno à vila de São Paulo.

Mas o nosso verdadeiro herói, o Sérgio Minelli Cambiado, não. Ele decide ficar no sertão, dedicar-se à agricultura, o que de fato foi a única descoberta da famigerada e malfadada bandeira. Onde a lenda falava de uma Serra Dourada, ou Verde, segundo a ambição lusitana e bandeirante enxergasse ouro ou esmeraldas, o nunca achado Sabarabuçu, dom Cambiado encontrou a paz que não tinha achado na sua Ligúria natal, e menos nas carnificinas das entradas e bandeiras.

–O que poucos sabiam na época- conta o Sérgio Cambiado de hoje, o mineiro-  é que muito provavelmente um outro meu tataravô chegasse à América junto com os imigrantes genoveses, com certeza os primeiros italianos que aportaram em Buenos Aires– diz olhando para o Antoine Bairral, e aparenta ficar cada vez mais interessado pelo assunto.

–É verdade, nos anos da Revolução de 1810, havia tão somente 42 “tanos” em toda a cidade de Buenos Aires; mas segundo parece, despois dos cruentos conflitos de 1820 e 1821 na Itáia, já com a Génova anexada à Cerdenha, muitos se expatriaram no Rio da Prata, no Riachuelo, onde formaram a pitoresca “La Boca”, um vilarejo de puros ligures- conta Antoine. –Mas o meu antepassado não parece ter vindo diretamente da Liguria, mas sim do Sabarabuçu, algque ainda não é bem conhecido.

Continuará. 
Javier Villanueva, São Paulo, dezembro de 2011.

6 comentários:

  1. Por que a seleção do adjetivo "brasileño" e não "brasilero" se o primeiro é herança da história colonial enquanto que o segundo é o resultado da história de contato informais entre a população local... nessas mesmas fronteiras que vc está descrevendo?

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    1. Acho que você tem razão, sim. Mas há tempos que sinto que, ao escrever, devo fazer o esforço de me manter dentro da minha tradição, dos costumes familiares no uso do castelhano. Cheguei ao português com 28 anos, exilado, mas sobretudo imigrante. Migrante mesmo, de ônibus Pluma, e travessia na antiga balsa. Nunca tinha ouvido o português do Brasil, a não ser nas letras do Roberto Carlos dos anos 60 e 70, e para mim, o adjetivo mais correto -o único possível- era "brasileño". Passaram muitos anos e deixei de passar na fronteira. Fiquei com a mística e algum conhecimento linguístico, mas só ouvia -e ouço- o português de Sampa e o castelhano de Buenos Aires e Córdoba, nessa ordem que é a sequência das minhas viagens. O "brasilero" foi se abrindo caminho até em Buenos Aires, sobre tudo depois da "invasão" comercial paulistana dos últimos 8 anos. Mas, sei lá, por motivos sentimentais, provavelmente, -do mesmo modo que me custa abandonar o acento de "sólo" e de "ésta" e "aquélla"- me custa incorporar o "brasilero" ao meu espanhol de fronteiras temporais. Obrigado pelo comentário; não tinha parado para pensar o por quê. Agora creio que já sei. Mas como em outras coisas sou menos conservador, vou pensar mais, e quem sabe mude. Um beijo.

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  2. Por que a seleção do adjetivo "brasileño" e não "brasilero" se o primeiro é herança da história colonial enquanto que o segundo é o resultado da história de contatos informais entre a população local... nessas mesmas fronteiras que vc está descrevendo?
    Leticia Rebollo

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  3. No sítio do Instituto de Investigação em Desenvolvimento de Políticas Linguísticas, IPOL, lemos um comentário sobre uma obra que parece contradizer alguma das ideias que sustento no texto acima:

    "O Portunhol segundo o Atlas da língua espanhola no mundo
    Published 28/11/2013 | By Comunicação
    No ano de 2007 (e com atualização em 2008) foi publicada uma obra muito interessante: Atlas da língua espanhola no mundo, com o apoio da Fundação Telefônica, o Instituto Cervantes e o Real Instituto Elcano. Neste livro apresenta-se a importância e projeção do espanhol no mundo afora, não só pela quantidade de falantes nativos, mas pela sua influência noutros idiomas do planeta e até pelo seu valor econômico.

    Fonte: http://contactolinguistico.blogs.sapo.pt/11607.html

    No capítulo sobre o espanhol no Brasil fala-se sobre um dos resultados do contato entre aquela língua e o português: o portunhol. Eis a explicação e definição: “Em relação à cercania e o contato do espanhol com o português no Brasil, merecem comentar-se duas situações linguísticas: a existência da variedade de mistura chamada “fronteiriço”, nos limites com o Uruguai, e a convivência das duas línguas, sem que se tenha criado uma variedade de mistura estável, na área de fronteira entre Brasil, Colômbia e o Peru, especialmente nas cidades de Letícia (Colômbia) e Tabatinga (Brasil), cidades unidas fisicamente, mas que mantém as suas respectivas identidades culturais. A denominação portunhol aplica-se mais propriamente à mistura das línguas espanhola e portuguesa produzida por desconhecimento de alguma delas ou como consequência duma aprendizagem deficiente” (p. 77) (tradução ao português do RTL).

    Para os autores do livro, Francisco Moreno Fernández e Jaime Otero Roth, o portunhol não têm nada a ver com o contacto linguístico de fronteira, mas trata-se dum processo interlinguístico característico dos aprendizes de ambas as línguas. Esta definição do portunhol é afim ao uso popular da palavra, que por vezes possui uma conotação pejorativa. Provavelmente o fato de que algumas misturas tenham nome próprio, como é o caso do fronteiriço, contribui a não usar o vocábulo portunhol para identificá-las. Por outra parte, a obra não reporta o portunhol na fronteira luso-espanhola, nem nos habitantes da Espanha e de Portugal, apenas menciona o “espanhol falado em Portugal e português falado na Espanha”, o que faz pensar que o termo poderia ter surgido na América do Sul".

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  4. baaa, gostei bem da explicação sobre o uso do brasilero en vez de brasileño de Leticia. Inclusive en Córdoba, vi publicações com poemas brasileros.

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  5. Uai...por qué "unknown"? Sos argentino de Córdoba? Também acho interessante o ponto de vista da letícia, mas como disse a ela, o escritor escreve como fala, no seu contexto; suponho que no ambiente universitário, talvez na UNC, ou em Lenguas, seja comum o "brasilero". Mas eu moro em São Paulo há 35 anos e nesse tempo fui e voltei muitas vezes a Córdoba e Buenos Aires e, sinceramente, posso contar com os dedos da mão as vezes que ouvi "brasilero" em lugar de "brasileño", e apenas nos últimos anos; e isto último me reforça a convicção de usar a palavra como me sai mais espontânea. Sei lá, ainda acho que é mais uma questão de gostos, de afinidade, assim como RAE nenhuma me converá a escrever "solo" ao inés de "sólo". Um abraço e me conta quem você é.
    JV

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