terça-feira, 15 de maio de 2012

La azafata del vestido azul y la Guerra Civil Española. 2ª Parte.


Lea la 1ª parte en: 

Parte 2:

––A lo largo de toda la guerra civil el gobierno de la república se mantendrá en  una permanente crisis. Y aunque realiza acciones positivas, por ejemplo, le concede el estatuto de autonomía al País Vasco en octubre de 1936, el gesto termina careciendo de  cualquier tipo de transcendencia práctica, una vez que toda esa zona está aislada del gobierno central y no falta demasiado para que caiga en poder de los militares sublevados, lo que finalmente ocurrirá en abril de 1937–– le leía al Viejo Pedro un trecho de los apuntes que Villanueva había escrito sobre Orson Wells, quien luchó en las Brigadas Internacionales y se vinculó al POUM en Barcelona. 

––Los gobiernos de la república se forman, caen y se suceden en medio del vértigo de la situación política y militar, y entre ellos el más estable termina siendo el de Juan Negrín. Y hasta los anarquistas entran a formar parte del gobierno, tanta era la urgencia de ganar la guerra y no perder la  oportunidad de la revolución–– el Viejo había trabajado hasta muy tarde esa noche en la sede del Sitrac-Sitram y ya no conseguía mantenerse en pie. Los ojos se le cerraban, y ni bien  lo venció el cansancio y se durmió, sentí a mis espaldas la presencia de Roberta. Nos habíamos estado mirando durante esos dos últimos días, y el juego de seducción de la azafata me estaba llevando a las máximas alturas de la fantasía. Pero nunca nos habíamos acercado más que unos pocos centímetros, y siempre en la presencia de otros compañeros, y del propio Pedro, al que yo no podría faltarle el respeto, aunque a su nieta el tema no parecía preocuparle demasiado.

 ––Al mismo tiempo, en el territorio controlado por los defensores del golpe militar, también  se iba desarrollando un tipo de "revolución", pero de carácter fascista, en favor del gran capital y de la instauración de una férrea dictadura personal en España. Francisco Franco será quien aglutine  a todas las fuerzas de la derecha, que en un principio estaban bastante dispersas, bajo una estructura militar–– los pechos de Roberta se apoyan en mis espaldas y siento sus manos acariciándome el cuello primero, lentamente; y luego los ombros por dentro de la camisa. En ese momento entró el Indio y lo despertó al Viejo, y Roberta se esfumó tan rápidamente como antes había aparecido.

––Los fascistas ibéricos se apoderan del poder, y Franco aparece como el jefe único al que se debe obedecer, "por la gracia de Dios". A su vez, y sin interrupciones, el generalísimo Franco hará también, con mano de hierro, su propia contrarrevolución interna, depurando a los grupos más radicales de su bando. Las fuerzas rebeldes tienen bajo su control a la vieja España agrícola, que en una guerra larga deberá ser más importante que la industrial, porque era la que le daba la posibilidad de alimentar a sus tropas. Ante la evidencia de una guerra prolongada, Franco termina creando su gobierno rebelde en Burgos, desde el cual negociará con las potencias fascistas de Europa -Alemania e Italia- y más tarde con las democracias occidentales–– nueva salida del Indio y otra caída en el sueño del Viejo. Y otra vez Roberta aparece a mis espaldas, encendiéndome la imaginación. En un acceso de coraje para vencer la timidez, me doy vuelta y la miro directo a los ojos. La linda azafata se asusta; era evidente que no esperaba mi reacción, y vuelve la vista hacia otro lado, y enseguida lo inesperado, se pone a llorar y me dice:

––Perdón. No, no lo puedo hacer; la verdad es que...nunca lo hice antes. Parezco muy desinhibida y audaz, pero no, soy tímida y...bueno, sin nada de experiencia–– debe haberme notado la cara de alivio, o tal vez se me escapara algún suspiro al aligerarse el peso de la responsabilidad de haber conquistado lo que me parecía imposible a simple vista; en fin, ambos sonreímos y nos hicimos un cariño simétrico y rápido, sin demasiada gracia, bajando la vista de inmediato, y girando cada uno para un lado opuesto. Mi primera ocasión de dejar la adolescencia y largar al diablo la virtud de la castidad se me había desvanecido. Pero bueno, no faltaría otra oportunidad.

––El objetivo prioritario de la guerra civil para los militares sublevados era la conquista de Madrid. Pero la capital española era una plaza nada fácil de tomar, y Franco se decide por desviar sus tropas para concentrarlas en el ataque y la conquista de otros territorios importantes para controlar el país, antes de asaltar Madrid. En 1937 el general José Solchaga invade Asturias y el País Vasco, dos de las zonas industriales más importantes. Mientras, la ayuda  del nazi-fascismo alemán e italiano se muestra vital para las fuerzas rebeldes. En España el ejército germano ensayará las tácticas que enseguida pondrá en marcha durante la segunda guerra mundial, como el avance en columnas, que superan las defensas del ejército republicano, por su indecisión, y el bombardeo aéreo de la población civil, como en Guernica–– llegué tres dias después a la casa del Viejo Pedro en el barrio Yofre y supe que Roberta había viajado la noche anterior. Pasaría a ser lo que en aquélla época llamábamos una “asignatura pendiente”.

––El ejército republicano no demuestra tener la capacidad de respuesta necesaria ante un ejército rebelde que estaba muy bien organizado. Brunete, Belchite y Teruel son las ofensivas más fuertes del ejército republicano, pero nunca son verdaderos ataques decisivos. La última gran ofensiva, de la República, la que pretende ser decisiva, es la batalla del Ebro, pero también en esos combates son rechazadas las tropas leales, y el ejército sublevado toma toda Cataluña y el Levante. Era en Valencia donde se había establecido el gobierno republicano. Y con la caída de Cataluña y Levante la guerra está prácticamente terminada, y Madrid cae en manos de lãs tropas franquistas el 1º de abril de 1939 y  se termina la guerra–– pasaban las semanas y los meses y yo no podía olvidarme de Roberta, sobre todo cuando lo escuchaba al viejo, contándonos los detalles de la Guerra Civil Española, porque pensaba en Barcelona, donde quién sabe Roberta estuviera ahora.
    
––Siempre se consideró a la guerra civil española como la primera fase de la 2ª gran guerra mundial, por haber sido un enfrentamiento entre las democracias y el fascismo. Pero en el seno de la República Española se desencadenó una revolución, por lo que la guerra española fue un conflicto armado entre el fascismo y la revolución, mientras que la 2ª guerra mundial lo fue entre el fascismo y las democracias occidentales–– dice el Viejo Pedro, me mira -como si recién se diera cuenta de que estoy a su lado, escuchándolo hablar- y me entrega un sobre con estampillas de España  y sello de Bracelona

Querido Abel. Perdoname por no hablarte desde aquél dia, y sobre todo por irme sin tratar de verte antes de mi viaje. Me gustó mucho conocerte; espero que me perdones mi mal comportamiento. Roberta”

 3.

Pasaron los años y la lucha política en Argentina me llevó, como a tantos otros, al exílio en Europa. Una semana en Madrid, y enseguida, por la carretera, hasta Barcelona, me dejaron en frente a la casa del Vasquito que, junto con el Pelado Rafa, había peleado en Vietnam hacia los finales de la década del 60.

––Abel, ¡cuántos años que no nos veíamos!. Dale, pasá, te acomodo en casa durante unos días y ya te conecto con gente que te ayude a conseguir un trabajo–– me dice el Vasquito y se pone la bufanda y el sobretodo para salir a la fábrica. Son las seis de la mañana y el frío de aquél 11 de diciembre de 1977 me deja más lento y aturdido.

Duermo un par de horas y cuando estoy en el medio del largo proceso de entender cómo funcionan el gas, los enchufes y la cafetera en Barcelona, toca el timbre. 
No hace falta que adivinen: abro la puerta y me encuentro con Roberta; más madura, con el pelo más claro y alborotado por los peinados de la moda europea, linda en su uniforme azul de azafata de Air France.

––Hola Abel, ¿cómo estás? ¿cómo fue el viaje? ¿y las cosas por allá? ¿sigue todo tan mal? –– me aturde Roberta con las preguntas, todas lógicas y como lo comprobaría en las próximas semanas, las más esperables por alguien que llega al exilio desde la Argentina, pocos meses después del golpe más sangriento de su historia. Pero lo que más me perturba es el niñito, de no más de un año y medio, que Roberta lleva de la mano.

––El POUM fue uno de los partidos que firmaron el pacto electoral del Frente Popular al comienzo del año 1936. Y esto ocurrió porque el programa del Frente, aunque se limitaba a proponer ciertas reformas económicas que no suponían ninguna ruptura de fondo con el capitalismo, incluía la amnistía para los que habían participado en el movimiento revolucionario de octubre de 1934. Y era también la única opción posible, porque ni el PCE ni el PSOE habían aceptado una coalición electoral socialista que dejara de lado a los partidos republicanos burgueses–– me cuenta el Vasquito a la vuelta de la fábrica, él que es un especialista en historia del POUM, y yo sigo pensando en Roberta, a la que casi había olvidado en los últimos tres años, y en ese chiquilín que traía de la mano. ¿Se habría casado? ¿Con quién?¿Se acordaría de mí y de sus juegos de seducción?

––En las elecciones de febrero de 1936, Joaquín Maurín, que era el secretario general del POUM, fue elegido diputado para las Cortes de la República Española. En sus discursos al parlamento, Maurín denunció que el gran peligro contra la República no eran las huelgas ni las ocupaciones de tierras de la primavera de 1936, sino la conspiración militar que se estaba gestando y la violencia política de la derecha. Maurín, además, criticó la pasividad del gobierno de la izquierda republicana–– me apabulla el Vasquito con sus conocimientos, pero no me contagia el entusiasmo por la historia del POUM, que es parte del pasado de Barcelona- porque mi entusiasmo se concentra en recordar las piernas largas y contorneadas de Roberta, sus ojos claros y el slip celeste, que tres años atrás me quitara el sueño durante meses, aún en el medio de un proceso de luchas y militancia que nada tenía que envidiarle a la Cataluña de los años 30.

––El POUM defendió la revolución colectivizadora que ocurría en toda la región catalana desde el 19 de julio de 1936. Y Nin, el outro líder histórico del partido, que era Consejero de Justicia de la Generalidad de Cataluña, creía que la guerra y la revolución estaban íntimamente unidas. Pero justamente por causa de sus puntos de vista más revolucionarios, el POUM empieza a crearle problemas al gobierno republicano, sobre todo por causa de la presión del Partido Comunista y  porque su enconada enemistad con Moscú complica las relaciones del gobierno con su principal proveedor de armas y abastecimientos para la guerra, que era la Unión Soviética–– le escucho decir al Pelado Rafa, que se agregó a la conversación; y yo me pregunto si Roberta seguirá siendo la niña inocente que era hace años; que algo debe haber aprendido en exilio tal vez explique lo del niño, quién sabe, ¿no? ¿sería su hijo? ¿seguiría soltera?

Continuará. Javier Villanueva, São Paulo, 15 de mayo de 2012.

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