-Devórame
o te descifro- me dijiste un día,
y
yo me lo creí. Y creí incluso,
iluso,
que
me hubieras descifrado.
-Sube,
cabálgame –pensé- y dame la ilusión
que
al galopar la vida se estira.
Devórame
en noches eternas de
pasiones
antiguas –soñé-, olvidando cansancios
y paseándome por
entre otros viejos sueños interrumpidos.
Pero
pasa el tiempo y no logro descifrarte.
Corren
los años y sigo esperando,
en vano,
que
me devores.
-Descíframe
o te devoro- te corregiste,
muchos
años después del primer equívoco.
Y
yo traté,
te juro que traté de descifrarte,
ahora
que me dabas una nueva oportunidad.
Y entonces
te subiste, y cabalgaste,
Catalina.
Y al galopar entre cerros y valles,
la
vida se estiró.
-Devórame
o te descifro- te dije yo, sorprendiéndote,
casi sin darte tiempo
a pensarlo
dos veces.
Y
aunque no nos desciframos, sí nos devoramos,
volviéndonos
eternos-como diría el poeta-
mientras
duró.
JV. 20 de Novembro, São Paulo. Dia da Consciência Negra.
20 de Noviembre, Día de la Tradición y de Martín Fierro.
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