Lea la 1ª parte en:
http://javiervillanuevaliteratura.blogspot.com.br/2014/05/los-locos-anos-60.html?spref=fb
Los locos
años 60
2ª parte
Yo había
leído “Shunko”, el libro de Jorge Ábalos, en la escuela. Me había gustado la
historia del maestro santiagueño y su amistad con el changuito. Lo habían publicado
cuando mi mamá todavía estaba en la secundaria, en 1949, y se lo había llevado
de la biblioteca para hacer una monografía; nunca se acordó de devolverlo, y yo
lo leía y releía alternándolo con “La
amada inmóvil”, de Amado Nervo, en las largas siestas de Las Chacras, cuando la
tía Gringa me obligaba a dormir para que no saliera a cazar lagartijas. El
vínculo entre Shunko, -el niño de Santiago del Estero que habla más quechua que
castellano- y su maestro que viene de la gran ciudad, ló fui entendiendo de a
poco, mostraba la marginación de los indios en la Argentina, y me hacía pensar
en una escuela más democrática, en la que el maestro y el alumno se enseñan
mutuamente.
Pasaron
los años y un día, el padre Santucci, en el 3er. año de la Escuela Don Bosco de
Mar del Plata, nos llevó a ver la película de ese clásico de la literatura argentina.
Supe, mucho tiempo después, que “Shunko” es una película argentina de 1960, que
el chileno Lautaro Murúa realizo sobre la novela de Jorge Ábalos. Los actores
eran Lautaro Murúa y Raúl del Valle, y el guión, nada menos que del escritor
paraguayo Augusto Roa Bastos. Para completar, la música era un innovador en la
música clásica: Waldo de los Ríos. No por nada se habían llevado el “Cóndor de
Plata” como la mejor película de 1961.
Y fue así
-entre lecturas de “Shunko”, paseos en el Kaiser Carabela de mi papá, y siestas
interminables hojeando a Amado Nervo en mis viajes a Catamarca- que pasé de los
10 a los 13 años y dejé Mar del Plata, sus playas y su Rambla, y me fui con mi família
a Córdoba.
“Se trata
de un golpe para imponer una dictadura fascista”, me dijo Anibal, desde lo alto
de sus conocimientos de adolescente precoz, y me dejó pensando. Menos de dos
años después, el mismo dia en que iría a ponerme mis aparatos de ortodoncia, mataban
a Pampillón. Era 1966, y Santiago Pampillón, estudiante del 2º año de ingeniería
aeronáutica en la Universidad Nacional de Córdoba, era mecánico en la fabrica
de IKA-Renault, en Córdoba; vivía en una pensión estudiantil, como tantos de
mis amigos. Ese año le habían dado una beca de ICANA -el Instituto Cultural
Argentino Norteamericano- para estudiar en los Estados Unidos.
La noche
del 7 de septiembre de 1966, miles de estudiantes cordobeses se concentran en
una asamblea en la Plaza Colón del centro de Córdoba para decidir sobre la
continuación de la huelga universitaria. Entre ellos, Santiago Pampillón. La
policía ataca la asamblea y reprime a los estudiantes. La batalla se desparrama
por más de 20 manzanas del centro de la ciudad. En uno de los combates Santiago
Pampillón cae herido por tres tiros a quemarropa en la cabeza. Un policía le disparó
en frente a la galería Cinerama, a diez metros del consultorio del ortodoncista
que me arreglaría los caninos. Pampillón muere el 12 de septiembre de 1966 y yo
presiento, a los 15 años, que mi vida empieza a salir del paraiso adolescente.
Y es que
el 28 de junio de 1966 un golpe de estado de las Fuerzas Armadas dirigidas por
el general Onganía derroca al gobierno de Arturo Illia. Un mes después, el 29
de julio ocurre la llamada “Noche de los bastones largos”, con la intervención
y ocupación de las universidades públicas autónomas por funcionarios del
régimen militar. Cumplían ordenes del jefe de la SIDE, el general Eduardo
Señorans. Desde ese momento, muere la autonomía universitaria y centenas de
estudiantes y profesores son reprimidos y detenidos; una gran parte de la
comunidad científica argentina parte hacia el exilio. La Federación
Universitaria Argentina responde con la huelga por tiempo indeterminado.
Yo no me
haría nunca más los aparatos de ortodoncia y las conversaciones entre amigos de
las Escuelas Pías de Córdoba empezarían a incluir más temas políticos y
filosóficos.
Continuará.
JV. São
Paulo, 4 de mayo de 2014.
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