quarta-feira, 8 de junho de 2016

Los anarquistas expropiadores y Buenaventura Durruti



Vamos a hablar un poco de Buenaventura Durruti, anarquista español que hizo parte de su carrera de expropiador en América Latina. Pero antes, un texto de Osvaldo bayer hablando del anarquismo expropiador en Argentina. 
JV

Los anarquistas expropiadores
Osvaldo Bayer
1ª parte


Combatidos y hasta estigmatizados por sus propios compañeros de ideas, los anarquistas que a sí mismos se llamaban expropiadores o para emplear otros términos el anarquismo delictivo, tuvo en nuestro país un gran auge en las décadas del veinte y del treinta. 

Recordar, historiar no es, por cierto, reivindicar. 

Explicar objetivamente como se desenvolvía la sociedad de apenas tres o cuatro décadas es difícil y más que eso, peligroso. Porque precisamente a veces se confunde objetividad con reivindicación. Se admite, sí, o sin reserva alguna y es hasta lectura ineludible para los niños- la historia de un Robin Hood, por ejemplo, que quitaba (quitar, robar, expropiar; términos que a veces se diferencian sólo en la mayor o menor fineza con que se pronuncian) a los poderosos para entregar a los desvalidos. Pero, a siglos de su actuación, Robin Hood es hoy un personaje simpático, tal vez porque su existencia tenga ribetes de leyenda, o porque sea sólo el producto de la imaginación. 

¡Existieron, y como! No todos ellos fueron Robin Hood aunque más de uno fue un Pimpinela Escarlata. Eran tremendamente crueles en la defensa de sus vidas porque sabían que el menor descuido, la menor conmiseración significaba el fusilamiento en la calle o en el paredón. Eran, sí, una especie de guerrilleros urbanos pero que no contaban con el respaldo de ninguna potencia extranjera que les enviara fondos y armas, o adonde poder refugiarse cuando las cosas se ponían demasiado peligrosas. Vivían con los segundos contados, sin treguas. 

Curiosos personajes que atacaban a la sociedad (“burguesa”) a bombas y a tiros, pero que en sus periódicos censuraban agriamente a la dictadura de los bolcheviques defendiendo un vellocino de oro transparente e inmanente: la Libertad. 

“No se los puede reivindicar”, nos decía uno de los últimos grandes intelectuales anarquistas, Diego Abad de Santillán. Sí, agregamos, pero no se los puede ignorar. El movimiento anarquista expropiador fue muy importante en nuestro país, tal vez más importante que en la misma España, aunque tuvo una efímera duración de 15 años. Estuvo integrado por universitarios, obreros y algún que otro delincuente nato, pero que conformaron una galería de tipos humanos definidos. 

Aquí los veremos desfilar. El 19 de mayo de 1919 tuvo lugar el primer asalto con fines políticos en nuestro país. Y por la fecha y el ambiente en que se vivía no pudo haber sido organizado sino por rusos. Así es: el mundo social vivía atormentado por la Revolución Maximalista de Petrogrado y Moscú. 
En nuestro país, las filas anarquistas contaban con una profusión de apellidos eslavos que salían a relucir en los tiroteos frente a los sindicatos o en los atentados con bombas. Radowitzky, Karaschin y Romanov habían perturbado la tranquilidad de los porteños. 

Por eso, cuando los diarios dieron los autores del primer asalto político, los lectores deben de haber exclamado moviendo la cabeza. ¡No podía ser de otra manera, tenían que ser rusos!

Continuará

Javier Villanueva. São Paulo, 7 de junio de 2016.

Nenhum comentário:

Postar um comentário