quinta-feira, 29 de março de 2018

Los celtíberos y su tiempo.

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Un poco más para el Curso El Espejo Enterrado sobre los pueblos celtas e íberos, primeros habitantes de la península que lleva su nombre.

Los celtíberos

Cuando llegaron los romanos a la Península Ibérica, los celtíberos eran gobernados por príncipes, no por reyes,​ y formaban una gran confederación que empezaba a ejercer influencia en regiones muy alejadas de su territorio. 
Las relaciones entre la Celtiberia y la Oretania, en el valle alto del Betis, eran intensas. En Cástulo en un cementerio del siglo IV a. C., se encontraron abundantes armas y broches típicos de la Celtiberia.​ 
La tendencia a la unificación de la Celtiberia no parece que fuera la obra de algún jefe político o militar, sino más bien un proceso interno por la posesión de las minas.​
Las fuentes clásicas, al referirse a la Celtiberia, mencionan un país pobre, de clima riguroso, y un hábitat diseminado, generalmente poblado, de extensión muy reducida. La principal actividad económica de  los celtíberos era la ganadería influidos por la pobreza del suelo, desconocimiento de las técnicas agrícolas avanzadas y concentración de la riqueza en una jerarquía guerrera, lo que originó una fuerte desigualdad social que se traduciría en la organización de bandas de mercenarios y bandoleros que buscaban en el uso de las armas una posible salida a esa tradicional penuria.
Se calcula que la población de la Celtiberia prerromana podría ser entre 225 y 585 mil habitantes, según un la densidad demográfica estimada de 5 a 13 habitantes/km², en un territorio de aproximadamente 45 mil km². Sobre esta base, los estudiosos modernos creen que en la región había entre 18 y 50 mil iuventus capaces de usar armas, lo que se confirma por el tamaño de  los ejércitos celtiberos más grandes, entre 15 y 35 mil combatientes.​

La Oretania, a su vez, era una región de orígenes y cultura íbera, que en una época posterior, durante el siglo VII a. C. presentará una fuerte influencia celtíbera reflejada en los restos de cerámica que se supone que llegó hasta ellos por medio del comercio intenso con esta región, que abarcaba la parte sur oriental de la Meseta, alrededor las actuales ciudades de Montiel, Valdepeñas y Almagro, y la zona oriental de Sierra Morena -alrededor de las ciudades que hoy se llaman Linares, Úbeda/Baeza, La Carolina. La región abarcaba la mitad sur de la provincia de Ciudad Real, la parte centro-norte de la provincia de Jaén, y la región oeste de la provincia de Albacete.
Los enclaves prerromanos oretanos eran fortalezas que se emplazaban encima de una colina. El "oppidum" era una auténtica ciudad-estado, que debía organizarse en confederaciones en momentos de crisis, sometiéndose a un rey como autoridad centralizadora superior. La ciudad-estado es mencionada en diversas fuentes clásicas, como Estrabón, Polibio y Ptolomeo; ellos narran también la fuerte resistencia de los oretanos contra los cartagineses Amilcar Barca y Asdrubal el Bello. 
Cuentan que Aníbal Barca por fin logró casarse con la princesa Himilce y unir así la Oretania a sus posesiones.

JV. Marzo de 2016.

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