Estoy convencido que el teléfono, el biógrafo, el telégrafo y otros inventos modernos, solo joroban la comunicación entre las personas.
Hablando esa semana en Campeche, Florianópolis, con Julio Verne y "seu Perri", más conocido en Francia como Saint-Exupery, llegamos a la conclusión de que los bimotores tampoco son ningún tipo de ventaja, si uno los compara, por ejemplo, a los monomotores. Lo único que me molesta un poco al viajar en monomotor son las antiparras y el viento helado en los carrillos.
Pero bueno, la Light Co. también insiste en cambiarme las bujías de gas por un nuevo sistema eléctrico -dicen ellos- que me aseguran que van a permitirme leer hasta después de las 8 de la noche. No sé...Y mi hijo, que me apareció con La Siringa, un extravagante Ford a bigotes, que espanta todos los caballos de la calle, y hasta molesta cuando uno va a subir al Tranway.
No sé, la vida se está poniendo demasiado complicada.
JV. São Paulo, mayo de 1899.
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